Fitch degrada a 'C' el rating de Rusia y alerta de impago "inminente"
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La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings volvió a rebajar la nota de solvencia como emisor a largo plazo de la deuda soberana de Rusia, que pasa a situarse en 'C' desde 'B'. El cambio refleja el riesgo de impago "inminente", ya que las sanciones de Occidente y las restricciones comerciales, según la agencia, aumentan la probabilidad de una respuesta política por parte del Kremlin que incluya al menos el impago selectivo de sus obligaciones de deuda soberana.
En su análisis, la calificadora de riesgos ha justificado la rebaja de rating como consecuencia en parte del decreto aprobado en Rusia el pasado 5 de marzo que potencialmente podría obligar a redenominar los pagos de deuda soberana en moneda extranjera a moneda local para acreedores en países específicos.
Además, Fitch apunta que, desde finales de la semana pasada, la aplicación de la regulación del Banco Central de Rusia ha restringido la transferencia de cupones de deuda rusa en moneda local a no residentes.
Rusia debe pagar US$ 107 millones en cupones de dos bonos el 16 de marzo, aunque tiene un período de gracia de 30 días para realizar los pagos. El próximo pago completo del 'principal' es un bono 2030 de US$ 359 millones el 31 de marzo y luego un vencimiento mayor de US$ 2.000 millones el 4 de abril.
La semana pasada, S&P Global Ratings degradó la nota de solvencia tanto en moneda local como extranjera de la deuda soberana de Rusia hasta 'CCC-' desde 'BB+' ante el creciente riesgo de impago como consecuencia de las sanciones impuestas al país tras la invasión de Ucrania. Asimismo, la calificadora de riesgos decidió mantener la calificación del país en vigilancia con implicaciones negativas, lo que deja abierta la posibilidad de nuevas rebajas del rating a corto plazo.
De su lado, Moody's recortó este lunes el rating como emisor a largo plazo de Rusia, situándolo en 'Ca' desde 'B3', solo un peldaño por encima de la calificación correspondiente al impago de la deuda, con una perspectiva negativa, ante la expectativa de que los controles de capital introducidos por el Banco Central de Rusia restringirán los pagos transfronterizos, incluido el servicio de la deuda de los bonos del Gobierno.